27 de junio de 2009

P

Quizá entonces soltó la última lágrima de su vida
lágrima invisible a la indiferencia del cliente que subía sus pantalones
frente a los ojos asustados de este ser lloroso
cuya alma quebrantada no le permitiría llorar más.

4 comentarios:

Azucena Oré Vereau dijo...

COSTUMBRE!!!

Maxtian dijo...

¡Oh, que triste sictuación! Pero, me pregunto, por qué a pesar de saber que la realización de determinadas acciones nos van a causar una sensación de insatisfacción, las seguimos haciendo.

Andrea Lazo Vargas dijo...

Woooo que fuertes palabras y si tiene mucha razón por que a pesar de saber esas cosas las personas siguen haciendo lo mismo no hay cambios...

Lollipop! dijo...

Título perfecto.