16 de julio de 2010

Suena lento

Hay un perro, un perro ciego... tacones, zapatos, zapatillas, chancletas.
Pasan de aquí para allá como apurados por el viento. La vida corre, así acostumbrados están.
El perro sólo escucha, escucha y escucha.
Gira a la derecha, luego a la izquierda... ya no sabe a dónde girar. Son tantos los sonidos y tan pocas las caricias, sólo corren sin pensar.
El suelo está frío, el plato vacío, todos corren sin parar.
El momento está olvidado, el futuro cada vez más caro, todos corren sin mirar.
Pasan los días, caen los tacones...
pasan meses, zapatos ya no hay más...
pasan años, nada suena ya.
Atrapados están, sin poder ya luchar.
Es el tiempo, que no apura.
Pero algunos apurados están.
Perro solo, sólo escucha... ya no hay nada que escuchar.
Nadie les enseño a ir lento, paso a paso y pensar.



Vida suave, tan tranquila... es que te hemos olvidado ya?
No es cierto, yo no quiero. Quiero suave y lento andar.
Con sonidos, con caricias y cien mil miradas más.
Veo verde, veo rojo... todos quieren mirar.
A paso lento, contra el viento... así amemos andar.

17 de abril de 2010

Escribe... perro

Ecribe perro, escribe.
escribe lo que te guardas.
escribe de la erección matutina que te persigue.
escribe de tu amor platónico, esa que es sensual como ella sola.
escribe de esa puta... pero que buena puta.
escribe de que ya no hay tiempo para escribir.
escribe que tus pasiones te han olvidado, o quizá las olvidaste tú a ellas.
escribe que quieres bailar, volar y fumar.
pero escribe... porque quizá así
lo que te guardas saldrá
tu erección se irá
tu amor se rendirá
tu puta regresará
las letras volverán
las pasiones renacerán
y lo demás, todo lo demás...
aliviará.

27 de diciembre de 2009

Check my babe

Habla! chequéame en www.grupoavych.com/blog plis!
Gracias, nos vemos.

1 de agosto de 2009

Ya no sabemos


Cómo se siente eso, le pregunté.
No sé, tan sólo me siento incapaz de conquistar a alguien

****

Él es artista y tiene treinta años. Hay días en que admiro el ímpetu que le imprime a cada acción que realiza o a cada idea que sale de su cabeza y hay días como este en los que simplemente me desconcierta.

Luego de una pequeña reunión con unos cuantos amigos, fuimos a uno de esos huecos acogedores que están al frente de nuestra ya muy manoseada casa de estudios, huecos que nos reciben casi todos los fines de semana hasta que la noche se pone muy oscura. Y por esas cosas del alcohol, uno suele terminar derramando sus penas en palabras sobre los oídos de su acompañante. Hace mucho que no tengo penas de amor, quizá porque no tengo amores, pero al parecer él tenía una no sé si muy grande o muy rara.

Después de escuchar su desastroso historial amoroso, no tan desastroso como el mío claro está, me dijo en palabras suaves: "sabes, creo que ya no sé enamorar". Ciertamente no puedo decir que tuvo suerte en el escabroso campo del romance pero quizá a los treinta años pensar que uno ya no sabe enamorar podría resultar un tanto preocupante.

Luego de esa curiosa confesión cambiamos de tema y cuando regresaba a mi casa recordé que no tenía penas de amor porque me había "comprometido" a no tenerlas y también a aceptar todos los romances superficiales que estoy acostumbrado a tener. Me sentí un poco vacío y caí en la cuenta de que hace mucho tiempo no me esfuerzo realmente x conquistar a nadie que me interese de verdad porque me había acostumbrado a rendirme ante los fáciles, vacíos y superficiales romances; esos en los que uno anda por simple vanalidad y gusto.

Entonces, y aunque me falta mucho para tener treinta, me pregunté si algún día yo también pensaría que ya no podía enamorar.

8 de julio de 2009

PR

Después de muchos cerdos, como acostumbraba llamarlos,
sentía un asco tan grande que nunca hubiera podido imaginar
años atrás, cuando en su niñez tardía
jugaba aún en los grandes jardines de la casa de su querida abuela

27 de junio de 2009

P

Quizá entonces soltó la última lágrima de su vida
lágrima invisible a la indiferencia del cliente que subía sus pantalones
frente a los ojos asustados de este ser lloroso
cuya alma quebrantada no le permitiría llorar más.

18 de mayo de 2009

Y no sabes nada


Sabes que la odias como a nadie, que le tienes un rencor incalculable que se expresa en cada caricia que le das y en cada beso que le robas. Sabes que manipula tus latidos, pero manejar el corazón no puedes cada vez que te pide más cariños. Sabes que deberías matarla con la mirada, pero te mira y te mata mientras ruegas piedad ante sus labios. Sabes que lo único que querías era no volver a verla mientras la vez a los ojos, esos ojos pícaros que te miran mientras se muerden los labios de placer. Sabes que te hueveó magistralmente mientras sin saber por qué le dices que la quieres y que te va a gustar siempre. Sabes que juega contigo como si fueras su nueva cosa mientras la sigues por la habitación buscándole robar un aliento más. Sabes que no la quieres, pero cómo quieres sus juegos, sus jadeos y sus mimos. Sabes que odias cada vez que sonríe, pero cada vez que sonríe contigo eres el hombre más feliz del mundo. Sabes que no la quieres desear, pero le dices al oído mientras se agita encima tuyo que la desebas en carne viva a un sólo aliento contigo. Sabes que no la quieres tener, pero tenerla cada vez que ella lo pide te hace olvidar tus más profundos rencores. Y sabes que te engañó, pero engañarte a ti mismo mientras la amas a lo artificial te lleva por unos minutos a querer quererla de nuevo...
Sabes que la odias y sabes que la quieres, pero cómo se quiere a quien se odia.