16 de julio de 2010

Suena lento

Hay un perro, un perro ciego... tacones, zapatos, zapatillas, chancletas.
Pasan de aquí para allá como apurados por el viento. La vida corre, así acostumbrados están.
El perro sólo escucha, escucha y escucha.
Gira a la derecha, luego a la izquierda... ya no sabe a dónde girar. Son tantos los sonidos y tan pocas las caricias, sólo corren sin pensar.
El suelo está frío, el plato vacío, todos corren sin parar.
El momento está olvidado, el futuro cada vez más caro, todos corren sin mirar.
Pasan los días, caen los tacones...
pasan meses, zapatos ya no hay más...
pasan años, nada suena ya.
Atrapados están, sin poder ya luchar.
Es el tiempo, que no apura.
Pero algunos apurados están.
Perro solo, sólo escucha... ya no hay nada que escuchar.
Nadie les enseño a ir lento, paso a paso y pensar.



Vida suave, tan tranquila... es que te hemos olvidado ya?
No es cierto, yo no quiero. Quiero suave y lento andar.
Con sonidos, con caricias y cien mil miradas más.
Veo verde, veo rojo... todos quieren mirar.
A paso lento, contra el viento... así amemos andar.